miércoles, 26 de noviembre de 2014

Por milésimas de droga.

Le hablaba al viento esperando a que llegara a su dueño, pero no tardó nada el volver a llorar. Tal vez no eran las palabras correctas, incluso el tono de voz. Tal vez no era ella misma o tal vez no había cogido la suficiente madurez. 

Tal vez era muy niña para todo. Muy infantil. Rozando la exageración, la parodia. El teatro de antes. Charlie Chaplin. La ironía. Lo absurdo. 
Un rímel de color azul y rosa se recorría el rostro de la muchacha, como una onda expansiva. Pero la chica seguía caminando. Tenía esperanza, quizá. 

Ahora. Justo ahora era cuando venían las dudas. La consumía por dentro y por fuera. Es más, cada paso que daba era como si fuera un año más. Tenía el rostro más cansado, más caído. Más gris. 

''Johnny, wake the fuck up'' La música de circo sonaba en su cabeza mientras avanzaba. Era todo un circo multicolor. Daba miedo. Aterraba. Todo cambiaba, se movía más rápido. Giraba y giraban las ruletas. 

''You think you can run'' Los rostros, las farolas, los bancos, las casas. Todo tornaba a locura. La muchacha pensó que la bebida de aquella máquina expendedora contenía algo extraño. Se durmió. No sabe donde. Pero sus sueños la consumieron por completo. 

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