martes, 16 de abril de 2013

Hojas cortas.



‘’Querido diario,
Han pasado semanas desde que no escribo, pero tampoco te creas, no hay mucho que contar. Es más, no sé el por qué de estar aquí escribiendo, si total, me pegaría escribiendo todo el rato de los tres tontos de turno que se meten conmigo en el recreo.  Vamos, lo de siempre, querido diario. Y también sabes lo mal que lo pasé hará un año, cuando mi madre murió.  Sí, hoy hace ya un año.  La casa huele a rosas, su olor favorito.
Sí, también la recuerdo en el jardín, junto a los setos, a las rosas, leyendo o simplemente observándolas con detalle u oliéndolas.
Sabes de sobra la razón por la que empecé a escribir también, que fue una promesa.  Sí, cosas de ‘amigas’ para saber de las demás. Menuda tontería.
Pero ya ves, al menos marco estas palabras en ti, que serás lo único que me recuerde y se acuerde de toda mi vida, aunque ahora mismo, no te esté llenando de información, sino, dando un leve repaso…
Qué asco de casa.
Hace unos días, mi padre, me obligó a hacerle la comida porque estaba en el salón con los amigos viendo un puñetero partido de futbol. ¿Te lo puedes creer? Y luego, yo era la vaga de la casa. Me parece increíble…
Querido diario, te parecerá algo triste, pero desde que mi madre se fue, te he tratado como si fueras ella. Lo siento, pero ella está ante todo, y esto, va para madre.
Para la persona más fuerte, más increíble, más poderosa y grandiosa. La que más ha aguantado y la que más me ha ayudado en todos estos años. De verdad, ella lo fue, lo es y será siempre, todo.
Hijo de puta es mi padre, mula de desgracias. Cargado siempre de mierda y de más mierda…
¿Sabes? Mamá, todo podría haber sido distinto.
No tendrías que haberte escondido días en casa, sin poder ver las malditas rosas del jardín. No tendrías que haber aguantado cada caída ni cada mísero resbalón.  Pero, sí, gracias a esto, más me uní a ti.
Mientras  ‘papá’ se quedaba toda la casa para él, nosotras nos bastábamos de mi cuarto. Donde pasamos tantas noches y días y tardes y amanecidas… Éramos las más fuertes del reino. Vale, no podríamos tener todo el poder, pero nos teníamos la una a la otra.
Mamá, no te lo dije, pero eras lo único que necesitaba. A ti.
Bueno, no puedo llegar y coger tantas hojitas de esta pequeña libreta, que encima, es enana, para sacar toda esta…  caca.
Éste es mi último año, y sí, he sacado todo con buenas notas. Estoy en escasos exámenes finales, pero me los he ido sacando día tras día. Seguro que estás muy orgullosa de mí. Lo sé. Lo veo en aquellos ojos que me arropaban.
Dios, lo siento otra vez, pero, de verdad, perdóname. Perdona el no haberte dicho todo esto antes. Perdóname, en serio.
Aunque yo nunca te traté mal. Ni pensé en hacerlo.  Y quien lo hizo, así se quedará, sólo.
Bien, acá me tienes. ¿Qué más decirte?  Ah, ¿recuerdas a aquel chico del que te hablaba tanto?
Pues sí, voy a ir a verle.
Gracias a todo lo que me dijiste, a cada palabra que me decías sobre él. Sobre lo que te parecía, sobre lo que tenía que hacer por las personas que me importaban. Pues sí, voy a ir a por él. Porque no hay nada más que quiera hacer ahora.
Y en nada es mi cumple, mira tú por dónde… queda una semana. 
Mi último cumpleaños, fue... bueno, aquello no fue ni un cumple, todavía seguía llorando por ti.  Qué diantres, aun lo sigo haciendo. Y perdón nuevamente, sé que no lo quieres así.  Eso sí, me voy controlando mejor.
Y joder, también siento aquella semana que tuve que perder de clase,  aunque juro la recuperé perfectamente.
Relájate, todo saldrá bien.
Y ala… papá está gritando otra vez. No pienso hacerle caso. En cuanto sea mi cumpleaños, terminaré el curso en casa de una amiga. No lo aguanto, mamá… Soy incapaz de mirarle a la cara... Cada vez que intento aguantar la mirada, veo como te cogía y te…
 Pensar que hoy no estás aquí conmigo, por él, me hace maquinar cada noche, miles y miles de formas de matarle. Y sí, sigo diciendo que lo que hiciste era de cobarde. Pero comprendo el que no pudieras aguantar más...
Cuando encontraron tu cuerpo en la bañera, mi mente explotó, y ¿qué hizo papá? Echar unas malditas lágrimas delante de los polis y santas pascuas.
Qué asco de hombre.
Ahora sí que me voy… no te lo he contado, pero tengo un ojo morado.
No, no fue papá, pero oye, de muchas me he librado ya.
Me pegaron a la salida del instituto, diciendo que yo había chivado a la profesora de unas chuletas. No te preocupes, se fueron algunos con dos o tres moretones.
Sí, soy fuerte, sé manejármelas por este mundillo de caca. Y más desde que no estás.
Bueno, chao chao, mamá. ‘’

domingo, 14 de abril de 2013

La vista tras la ventana.

'' Se cerraron las puertas y ventanas de mi habitación. Con llave. Una gran llave. Y, ¿qué podía hacer? Daba vueltas por las sábanas, y éstas, parecían, cada vez, más alargadas y espesas. Parecía el mismo mar, enredándome en un oleaje de pensamientos sin pies ni cabeza.

  La noche era larga, y fuera de mis movidas sábanas, estaba el ambiente frío y quieto. Tenía que levantarme. No podía seguir haciendo la gamba ahí quieta. Y bueno, nunca mejor dicho.  El suelo sí que estaba frío, pero en la oscuridad no ves, como es lógico. Y mis zapatillas fueron consumidas por ésta. Me tocaba andar sin rumbo por mi habitación. Podía sentir como pisaba ciscos de algún bollo o galleta. Mi madre no me deja comer en mi habitación. No lo comprendo. ¿Por qué será?

  Mi mente reconoce haber creado toda esta situación, ¿Cómo me he podido dejar llevar? Nunca pensé llegar a este punto. Me doy pena. Asco, tal vez. Aunque este pensamiento varía mucho, es más, muchas veces, suelo ser un tanto creída.

  Espera, ¿qué es ese ruido? Ala, es mi cabeza que me ordena a seguir llorando. ¿Qué he hecho? ¿Por qué me hago esto a mí? Nunca le he hecho daño a nadie, nunca he mentido ni lo pienso hacer. ¿Por qué soy tan susceptible? Solo debería de importarme lo que me dice la gente que de verdad me quiere. Y, ¿cómo es que puedo llegar a pensar en todas estas cosas en un periodo de tiempo tan corto?

  Bueno, lo que sí, es que mi habitación parece un tanto enorme. Bueno, normal, ando en mudanzas. Solo queda mi colchón en el suelo, con una sábana vieja y Tod. Sí, mi querido perro achuchable.

  Sigo caminando, y ahora pienso en que hoy no he podido ducharme con las prisas. Pero, ¿qué prisas? No he salido de mi cuarto. No hay ni puertas ni ventanas para salir. Y cada vez, lo veo más chico. En nada no podré seguir caminando a mi libre albedrío.

  Soy una mierda. Parece que ya a nadie le importo. No hay nombres, ni hombres, ni perros en mi vida.

  Nunca he tenido un perro. Ni siquiera de peluche.

  Pero, ¿Por qué sigo llorando? Mi mente me nubla todo a mi alcance. No puedo distinguir la oscuridad de... de la nada. Es más, ¿Hay algo? Estoy en una habitación totalmente vacía. ¿Cómo he acabado aquí? Espera, ¿y si no hay nada? ¿Y si camino hacia el vacío? Mente, sé que estás ahí. No me la juegues otra vez, por favor. Tengo sentimientos, quiero tener un rumbo en mi vida. Quiero luchar por algo, sea lo que sea. Quiero quererme día tras día, y no me dejas. Sé que hay algo en mí, y ahí, ya estoy viendo algo de entre la oscuridad. Sigo caminando hacia ello.

  Mente, ¿no ves que puedo con esto? Seré capaz de encontrar mi camino, aunque me falle la voz, la vista, el tacto, el olfato...

  No, sigue todo nublado. ¿Y si estoy muerta? No recuerdo la última vez que estuve con alguien. Es más, no recuerdo haber conocido nunca a nadie. Estoy sola. Y todo me parece tan difícil...

  Escucho otra voz. Ésta es más clara y limpia. Escucho como me sostiene y me recuerda que hay algo. ¿Qué hago? ¿Debería dejarme llevar? Puede que me guíe, sea a donde sea, me guiará. Pero, ¿Y si me falla? Dejo de escuchar la voz durante escasos segundos, y vuelve a mí. ¿Por qué no me abandona? ¿Tanto hay en mí como para luchar? Veo. Veo algo. De entre la oscuridad, algo claro. Voy, no normal, corro.

  Surgen nuevas esperanzas. Sé que hay algo.

  Es Tod. Me mira indeciso. Le acaricio y sonrío. Vaya, ¿Qué clase de brujería es ésta? Hasta hace un instante, pensé que era un alma vagante, o un incorpóreo. Pero tengo labios. Y puedo moverlos. ''¡HOLA!''

  Hay un poco de eco. Entonces, ¿estoy en una habitación? Joder, y el suelo está hecho mierda.

  No sé qué hago de pie, pero me voy a la cama. Tengo sueño, y mañana será un gran día. Tengo que hacer unos trabajos para clase, y además, tengo que mostrar esta sonrisa que acabo de obtener.

Maldito perro, cómo me ama.''